En este post, traduzco las palabras de Ra Uru Hu, padre del Diseño Humano, sobre el amor propio. O, lo que es lo mismo, ser tu propia autoridad. 🙂
Creo que a menudo hay mucha confusión sobre lo que quiero decir cuando le pido a la gente, cuando les recuerdo, que se amen a sí mismos. El amor propio es realmente una cosa increíble; creo que es una de las cosas más raras que tenemos en el planeta.
No estoy hablando de vanidad. No se trata del amor propio en el que te das palmaditas en la espalda porque has logrado algo y crees que eres genial. El amor propio no tiene nada que ver con eso, con ese autobombo o egoísmo.
Todas las bioformas son fundamentalmente inseguras. Es la naturaleza de ser una bioforma y el motivo por el que tenemos un sistema inmune y mecanismos de miedo incorporados dentro de nosotros. De esos miedos, dependiendo de la forma en que lidiemos con el mundo que nos rodea, surgen todo tipo de inseguridades.
Solo mira la forma en que nos criamos, es lo primero que se debe comprender acerca de cuán lejos estamos de nosotros mismos. No nos criamos de acuerdo con nuestra naturaleza, no fuimos cuidados de acuerdo con nuestro diseño, no tuvimos la oportunidad de desarrollarnos de una manera que fuera correcta para nosotros. Estamos condicionados desde el momento en que entramos en el mundo.
Ves a los niños parados frente al espejo en la mañana antes de la escuela, la institución que continuará con el acondicionamiento, y están buscando algo que no está allí, algo que no sea ellos. Todo lo que quieren ser es como alguien o ser mejor que otra persona. O ya han sido condicionados por sus familias con la idea de que no son lo suficientemente buenos para esto o aquello. O con la idea de que no pueden ser así o asá, y así sucesivamente.
Desde una edad muy temprana, los seres humanos realmente no piensan mucho en sí mismos.
Recuerdo cómo era cuando comencé mi carrera como analista. Viajé mucho durante esa época y conocí a personas de todos los ámbitos de la vida, de diferentes culturas de todo el mundo y todos sufrían el mismo malestar. Todos sufrían el mismo dolor, esta falta de respeto por ellos mismos. Es tan interesante pensar en lo diabólico que es el proceso de despertar… que tienes que ser tan infeliz contigo mismo y con tu vida para tener la oportunidad de salir de eso. No dice mucho sobre la naturaleza del proceso humano, ¿verdad?
El amor propio es algo raro porque está enraizado en tu propia Autoridad. Esto es lo que nos sucede en términos de condicionamiento, porque desde el momento en que llegamos al mundo perdemos nuestra autoridad. ¡Nos entrenan desde el principio para ceder nuestra autoridad a los padres o maestros, o cualquier otra figura de autoridad! Una vez que somos adultos, cedemos la autoridad a socios, amigos, gobiernos, dioses … Lo que sea.
Damos autoridad a todo. Es fundamental para nuestra forma de vida porque todo lo relacionado con el mundo homogeneizado está basado en el control. La única manera de mantener nuestra sociedad civil, por así decirlo, es el control. Y tener autoridad sobre la población es la única forma en que funciona el mecanismo de control, por lo que todos estamos capacitados desde una edad muy temprana para renunciar a nuestra autoridad.
Sin embargo, en el momento en que renuncias a tu autoridad, estás en manos de otras personas y nunca estás completo. Nunca puedes confiar en ti mismo y luego terminas en una vida en la que tu no-mente, arraigada en tu apertura y dejándose llevar por el condicionamiento, está tomando decisiones por ti, llevándote más y más lejos de lo que eres.
El Diseño Humano ofrece una estrategia y una autoridad, una autoridad interna. Una autoridad que no ha sido inventada, que no es algo filosófico, sino una autoridad que es parte de tu mecanismo biológico. Es tu cableado, y no requiere de tu mente. Es una autoridad que te permite operar correctamente como tú mismo, te permite navegar en este plano correctamente como tú. De esto va la autoridad.
Y en el momento en que comienzas a experimentar con tu autoridad, descubres algo bastante notable: que estás bien. No solo estás bien, sino que puedes navegar por tu vida. Es lo primero que descubres “Oh, caramba, mira eso. Puedo lidiar con esto, puedo manejarlo … “
La vida de repente se convierte en algo mucho más fácil de manejar y, por primera vez, comienzas a experimentar el potencial inherente a ti. Cuando eres tu propia autoridad, es cuando comienza el amor propio. Comienza con confianza: no confiar en la autoridad de otra persona, sino confiar en tu autoridad.
Entonces comienzas a ver que estás perfectamente equipado para vivir tu vida. Una vida que es única, diferenciada y especial. Una vida que se merece tu amor. Ahí es cuando encuentras seguridad, la manta de seguridad a la que realmente puedes aferrarte y que no proviene de nadie más.
Ese es el momento en que puedes sentir ese amor, amor propio. Qué cosa tan hermosa. Amarse a sí mismo es abrir el amor a todos y a todo lo que forma parte de su vida. Ya no está enraizado en tus dependencias, tus inferioridades, tus insuficiencias. Ser correcto es apreciar tu propia magia, tu propia belleza. Así que sigo recordándote, ámate a ti mismo.
Texto original de Ra Uru Hu, publicado en Jovianarchive.
Traducido por Atalaya.
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Que bonito atalaya. Que sencillo y verdadero. Gracias …siempre me ayudan tus palabras